Entre las treintaitantas parábolas que se
adjudican a Jesús el Nazareno, hay una que aparece solo en el Evangelio de
Lucas. Difícilmente se escucha en las lecturas dominicales, pues es bastante
espinosa y resulta complicado hallarle una moraleja edificante. La copio aquí
abajo textualmente, de la versión RVA 1960:
“Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y
éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Entonces le llamó, y le
dijo: ‘¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque
ya no podrás más ser mayordomo’.
“Entonces el mayordomo dijo para sí: ‘¿Qué haré?
Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da
vergüenza. Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me
reciban en sus casas’.
“Y llamando a cada uno de los deudores de su
amo, dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi amo?’
“Él dijo: ‘Cien barriles de aceite’.
“Y le dijo: ‘Toma tu cuenta, siéntate pronto, y
escribe cincuenta’.
“Después dijo a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’
“Y él dijo: ‘Cien medidas de trigo’.
“Él le dijo: ‘Toma tu cuenta, y escribe ochenta’.
“Y alabó el amo al mayordomo malo por haber
hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato
con sus semejantes que los hijos de luz.
“Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las
riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas
eternas”.
En la traducción sin poesía de la Biblia en Lenguaje Actual,
Cristo dice: “Yo les aconsejo que usen el dinero obtenido en forma deshonesta
para ganar amigos”.
En otra escena bíblica, el profeta Eliseo,
favorito de Jehová, mandó despedazar impunemente a cuarentaidós muchachos solo
porque se burlaron de su calvicie.
En el libro primero de Reyes y segundo de
Crónicas, el pueblo de Israel acude a Roboam, su recién estrenado rey. Le
solicitan que les baje la carga de impuestos, pues ya su antecesor los
empobreció con un exceso de gasto público y todos tuvieron que apretarse el
cinturón y trabajar más de la cuenta.
¿Cómo les respondió el rey?
“Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo
añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo lo haré con
escorpiones”.
Y no olvidemos que los cuatro evangelios hablan
de la costumbre de Poncio Pilato de soltar un preso en la fiesta de la Pascua , de modo que termina
abriéndole las rejas a un asesino, un sicario, y condenando a un inocente.
Hay políticos que leen poco. Y sin embargo no
falta quien confiese que se ha dejado influir por algunos fragmentos de la Biblia. Me pregunto
cuáles serán.
Estimado Señor Toscana, le envié un correo directo a su buzón para solicitar su ayuda para conseguir un ejemplar de "Santa María del Circo", el cuál he buscando durante semanas sin éxito. Ojalá pueda leerlo pronto y ayudarme. Saludos. Leonel
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